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El jazmín es una planta que combina un poco de todo. Con gracia, elegancia y un aroma increíble, hay mucho que amar de estas hermosas flores. La mayoría de las veces, el jazmín es más feliz creciendo al aire libre, pero eso no significa que no se pueda disfrutar también como una planta de interior. Sin embargo, hay algunos trucos que recordar cuando se trata de plantas de jazmín de interior .
La mayoría de las plantas de jazmín de interior crecen alrededor de un aro o enrejado, ya que el jazmín es una planta trepadora, a diferencia de otras plantas de interior que crecen de pie, pero no todo el jazmín es igual y entre las muchas variedades de esta planta exótica, solo unas pocas prosperarán con facilidad cuando se cultiven o mantengan en interiores. Afortunadamente, aquellas que lo hacen, necesitan en general el mismo cuidado y no requieren muchos requisitos adicionales.
Estas son nuestras principales sugerencias para tu planta de jazmín de interior:

El jazmín se puede cultivar en una maceta normal, o si te sientes más extravagante, en una cesta colgante, con tierra normal o con una mezcla de corteza. Estas plantas aman la luz (6 horas al día cuando sea posible) y deben recibir tanto como puedan. La habitación en la que se encuentre debe estar bien iluminada y trata de asegurarte de que reciba una buena cantidad durante los meses de primavera y verano.
También es importante no dejar que sufra demasiado por la sequedad durante el invierno debido a la calefacción central y los radiadores. Colocarla en un área con flujo de aire natural debería evitar que sufra demasiados efectos negativos de la calefacción o aire acondicionado en interiores.
Los jazmines prefieren estar húmedos, pero no en exceso. Necesitan riego regular, pero siempre debes dejar que se seque antes de su próxima bebida (la tierra debe estar húmeda, pero no empapada). Al igual que con muchas plantas, no es necesario regar con tanta frecuencia en los meses de invierno.
No es necesario fertilizar tu planta de jazmín con demasiada frecuencia, aunque si lo haces, intenta usar un fertilizante para plantas de interior diluido y solo durante su temporada de crecimiento en primavera y verano. Un exceso de fertilización puede poner tensión en la planta, ya que florecerá más tiempo del que debería.

Replantar una planta de jazmín es a menudo necesario a medida que gana tamaño y madurez, pero esto debe hacerse con moderación o crecerá de manera incontrolada. Recuerda que el jazmín es una planta trepadora en la naturaleza, así que es mejor dejar que crezca gradualmente a su propio ritmo.
Intenta replantar en una maceta gradualmente más grande una vez al año durante la primavera para ajustarse a su ciclo de crecimiento natural. También es una buena idea podar la planta para ayudarla a mantener su forma al final de la temporada de crecimiento.
El jazmín puede ser salvaje de corazón, pero se puede domesticar fácilmente con los pasos de cuidado adecuados. Los resultados valen la pena, ya que disfrutas de su belleza natural, abundancia frondosa y fragancia perfumada durante todo el año.
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