flores

Si tenemos la suerte de escaparnos unos días a esta bella ciudad holandesa debemos hacer parada obligatoria en el mercado de las flores situado en el centro de la ciudad. Y es que una ciudad que se recorre en bicicleta de forma rápida y segura (no olvidemos que es el medio de transporte más utilizado allí) y que se puede visitar en tan solo dos días no cabe lugar para la excusa de que no hemos tenido tiempo.

El mercado de las flores de Ámsterdam es sin duda una de sus principales atracciones, ya que durante una larga calle sólo encontramos paraditas donde podremos comprar todo tipo de flores, semillas y artículos relacionados con la jardinería.

Obviamente el ejemplar más vendido y promocionado es el tulipán, ya que es el símbolo del país. La mayoría de turistas que se desplazan hasta Amsterdam vuelven a casa con una plantita o una bolsa con bulbos y semillas de estas bonitas flores.

Igual que pasaba con las paradas florales de las Ramblas de Barcelona, en el mercado de las flores de Ámsterdam están acostumbrados a recibir a miles de turistas cada día y por tanto no debemos preocuparnos por el idioma, ya que además de encontrar los precios y las explicaciones en distintas lenguas muchos de los comerciantes saben decir las palabras básicas para que podamos entender qué estamos comprando y por qué precio nos lo podemos llevar.

Otro de los motivos por los que nos debemos acercar al mercado de flores de Ámsterdam es por su original localización, ya que se encuentra junto a uno de los canales y soportado por grandes barcas que permiten el almacenamiento y cuidado de las plantas.

Y es que si por una cosa es conocida Ámsterdam (además de por sus coffee shops y su famosísimo barrio rojo) es por los tulipanes. Hace poco una nueva compañía aérea lanzó nuevas rutas entre España y Holanda y el reclamo para atraer a los viandantes fue regalar cinco tulipanes de colores a cambio de llevarse un folleto publicitario de la aerolínea.

Sin duda el mercado de las flores es uno de los grandes filones económicos del lugar, aunque debemos decir que gracias a él los comercios de los alrededores también salen beneficiados, ya que los turistas pasan por delante y ven una deliciosa cata de quesos o unos bonitos souvenirs a un precio bastante adecuado.