El lirio es una flor que nació en la zona de los Balcanes pero que pronto se expandió por el resto del mundo, sobre todo en el sur de Europa. Con sus pétalos, blancos o colorados, es uno de los ramos de flores que más se regalan en las ocasiones especiales. Una boda, un cumpleaños, un nacimiento… Cualquier acontecimiento podría ser el contexto adecuado para expresar los sentimientos a través de los lirios.
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Se cuentan algunas leyendas acerca de esta flor maravillosa. Además de ser el blasón de la ciudad de Florencia, símbolo del cristianismo y escudo de armas de Luis VII, el lirio es también el protagonista del famoso cuadro El origen de la Vía Láctea, de Tintoretto.
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La leyenda narra la historia del dios Júpiter, dispuesto a convertir a Hércules en un ser inmortal. Al intentar retirar al niño de los brazos de Juno, que dormía, Júpiter la despertó y esta derramó algunas gotas de leche en el cielo y en la tierra. En el cielo dio origen a la Vía Láctea y en la tierra, al lirio.
Según la mitología, pues, los orígenes del lirio son nobles y reales, ya que la flor procede, ni más ni menos, de la leche de una diosa. Regalar un lirio significa, y no es ninguna casualidad, dar felicidad, distinción y elegancia a la persona que recibe el ramo. Estas flores quieren transmitir pureza y majestuosidad, también en la persona que se las pone en el pelo o en la ropa.
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