Cinco molestas enfermedades de las plantas que hay que vigilar

Con la popularización de los jardines en todo el mundo, está surgiendo otra conciencia. Esta conciencia se centra en las amenazas que se ciernen sobre las plantas a diario y en la mejor manera de evitar algunas de las molestas enfermedades que pueden infectar y destruir nuestras preciosas reservas naturales. A medida que la gente se preocupa más por su salud y busca una forma de cultivar, no sólo productos frescos y limpios para sí mismos, sino también de crear bellos espacios para la atención plena, los jardineros, tanto si cultivan flores como frutas y verduras, deben tener en cuenta las distintas enfermedades y la mejor forma de combatirlas. Analizamos 10 de las enfermedades más molestas de las plantas, a qué hay que prestar atención y cómo tratarlas sin dañar aún más las plantas de nuestros jardines. Entre ellas: – El Tizón Mortal – Las Aftas – El Enrollamiento de la Hoja – El Moho – La Podredumbre de la Raíz – Consejos a tener en cuenta

El tizón de la muerte

El tizón de la muerte es una enfermedad bastante común en Norteamérica. Infecta a muchas plantas, aunque se observa de forma significativa en tomates y patatas en el tizón temprano. Los nombres científicos de los dos hongos responsables de esta molesta infección son Phytophthora infestans y Alternaria solani. Los primeros síntomas son manchas marrones más pequeñas que forman anillos concéntricos, normalmente en las hojas más viejas y cercanas al suelo. Con el tiempo, la enfermedad se extiende por la hoja, marchitándola y volviéndola amarilla, y luego continúa por el resto de la planta, como el tallo y los frutos. Cualquiera que viva en ambientes húmedos y mojados puede ver aparecer esta enfermedad. Si observas algún síntoma, poda inmediatamente las plantas infectadas y desentierra la tierra, después añade abono orgánico y limpia la zona para asegurarte de que no se propague

Aftas

El cancro bacteriano, otra enfermedad común en Norteamérica, puede infectar muchas frutas de hueso, como albaricoques y melocotones. Esté atento a las lesiones hundidas y esponjosas que se forman en los troncos o en las ramitas. También puede encontrar una savia apestosa que rezuma de algunas de las lesiones. Estas llagas pueden estar bastante húmedas y su color puede variar del negro al rojizo. Si algún cancro llega a las ramas o al tronco del árbol, puede acabar provocando que las hojas de arriba se vuelvan amarillas y mueran. Pseudomonas syringae, la molesta bacteria que causa el cancro, suele introducirse en la planta tras podarla o dañarla. Asegúrate de podar todo lo que puedas durante la época de floración y sella cualquier lesión. No olvide lavar las herramientas de poda después de usarlas, ya que si no se limpian correctamente pueden transmitir la bacteria a otras plantas

Rizado de la hoja

El enrollamiento de la hoja, o taphrina deformas, afecta principalmente a melocotoneros y nectarinos y está causado por una infección fúngica. Es una de las infecciones fúngicas más comunes en los huertos familiares de todo el mundo. Los primeros síntomas de la enfermedad aparecen en primavera, con manchas rojizas en las hojas. Con el tiempo, las zonas infectadas se hinchan y las hojas se curvan y pierden su forma. Las esporas producidas por estos hongos pueden propagarse rápidamente, arrastradas de árbol en árbol por el viento, por lo que es imperativo detenerla en su origen lo antes posible. Hay variedades de plantas resistentes a esto, así que lo ideal sería comprarlas. Cualquier infección puede controlarse mediante la poda y la pulverización de fungicidas de cobre o azufre en las zonas afectadas, y luego en todo el árbol una vez que hayan caído todas las hojas

Problemas de mildiu

Otro culpable norteamericano, el oídio es una enfermedad fúngica. Múltiples hongos pueden causar problemas de mildiu en las plantas. Se encuentra muy a menudo en zonas con mucha humedad. Los primeros síntomas se observan en las hojas más jóvenes, con ampollas que se forman en la superficie de las hojas, haciendo que se enrosquen. A medida que la infección se extiende, se forma un crecimiento gris blanquecino encima de las hojas, y los brotes infectados tienden a no florecer. Las plantas gravemente infectadas acaban marchitándose y muriendo. Tenga cuidado, ya que las esporas pueden permanecer latentes en el interior de los brotes de las hojas y acabar afectando a jardines enteros tras propagarse por las inclemencias del tiempo. Lo ideal es plantar variedades de plantas resistentes, mantenerlas en zonas soleadas y dejar un amplio espacio entre ellas para ayudar a que circule el aire y evitar que crezcan los hongos. Si ya se ha producido una infección, poda la zona en la medida de lo posible y coloca una capa gruesa de mantillo una vez limpia

Pudrición de la raíz

Otra enfermedad fúngica de la que hay que tener cuidado es la podredumbre de la raíz, que también puede preocupar mucho a los cultivadores de almendras. Esta enfermedad infecta a las plantas que acaban de florecer en primavera y acaba provocando úlceras parecidas a cancros que destruyen los tallos y matan a las plantas. Busque manchas circulares, a veces marrones, que se extienden por la superficie de las plantas. Estas esporas pueden propagarse a otras plantas de la zona, por lo que deben podarse y destruirse rápidamente. Una vez que una planta está suficientemente infectada, puede ser necesario eliminar todo el árbol antes de que se extienda a toda la zona

Consejos a tener en cuenta

Existen muchos más tipos de enfermedades que pueden propagarse y causar estragos en jardines y huertos, y estas cinco son sólo una pequeña muestra. Recuerde, cuando piense en prevenir cualquier tipo de infección en sus plantas, que lo ideal es asegurarse de que haya un espaciado adecuado entre todas ellas, ya que el aire fresco y la luz del sol ayudan a mantener a raya los hongos y las bacterias. Al podar, asegúrate de ser lo más suave posible y no causar daños adicionales a una planta que puedan ayudar a las bacterias a afianzarse. Cualquier herramienta utilizada para tratar una infección debe lavarse a fondo antes del siguiente uso, y no, NO, compostar cualquier planta que haya sido infectada, ya que se puede imaginar qué tipo de desastre infeccioso puede tener lugar después. Tomar medidas preventivas contundentes e investigar los mejores manuales de cuidados para tus plantas es la forma ideal de mantener tu jardín o huerto sano y robusto.

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