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El sol, además de hacer más bonitos nuestros días, consigue otro milagro maravilloso: que crezcan flores de colores encantadores y de una belleza extraordinaria. Las flores de verano se adaptan perfectamente a las largas jornadas de esta época del año, y se utilizan a veces como un accesorio elegante y refinado. Pensemos, por ejemplo, en las diademas de flores que llevan las chicas en el pelo para disfrutar de una velada con los amigos, o en los vestidos desenfadados con decoraciones florales. O incluso en los balcones de las casas, que en verano se adornan y embellecen con muchas flores, necesariamente flores estivales.
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Estos son algunos consejos para escoger entre las flores de verano:
- Jazmín: una flor que emana un perfume intenso y agradable, perfecta también como método antimosquitos durante el verano, e ideal para degustar en un refrescante helado o en un fresco granizado de jazmín.
- Margarita: “¿me quiere o no me quiere?”. Es el juego que hacemos cada verano desde que éramos pequeños, con una margarita amarilla o blanca en la mano. Un regalo ideal para una amistad.
- Girasol: flor del verano por antonomasia, transmite alegría y afecto sincero.
- Rosa: rosas rojas, blancas y coloridas. En verano estas flores muestran toda su belleza y nos regalan emociones inigualables.
- Lirio: elegante y refinado, el lirio es la primera flor que se utilizó como ornamento. Simboliza la pureza y la inocencia.
