¿Cómo cultivar gerberas en casa? Trucos y cuidados

Una gerbera roja con el cielo de fondo

Dentro de la gran familia de las margaritas, las gerberas son las preferidas como flores cortadas para la creación de ramos para regalar. Después de la rosa y el lirio, son el tipo más usado por floristas para confeccionar sus diseños florales. Sin embargo, ¿por qué no disfrutar de sus colores vistosos cada día? Aunque en el blog ya hemos hablado de las características de estas flores, en este post te enseñamos cómo cultivar gerberas en tu propia casa, ya sea en jardín o en maceta, y te descubrimos los mejores trucos para su cuidado.

Cómo cultivar gerberas

De todos los tipos de margaritas, las gerberas son las más delicadas a la hora de cultivarlas en el ámbito doméstico. Son caprichosas en cuanto a su entorno y a las condiciones climáticas, además de muy susceptibles a sufrir plagas de hongos. Así que, el primer consejo que podemos ofrecerte es el de armarte de ganas y paciencia.

Pasos para el cultivo

Lo ideal es plantar sus semillas o plántulas a finales del mes de mayo para que empiecen a florecer unos 3 meses después, a finales de agosto.

Si decides cultivar tus gerberas desde las semillas, te recomendamos plantarlas en un semillero y colocarlo en una ventana soleada, girándolo para que todas las partes reciban la misma cantidad de luz. Una vez crezcan las plántulas (o si decides sembrar plántulas directamente en lugar de semillas), deberás transferirlas a macetas más grandes o plantarlas en tu jardín.

Un semillero de cartón marrón sobre el que se vierte sustrato para plantas

Si las plantas en maceta

Las macetas deberían ser de 13 centímetros de diámetro y de cuerpo alto para que las gerberas puedan expandir mejor su sistema radicular de raíces. Te aconsejamos sacar la maceta a tu patio, terraza o balcón progresivamente para que el cambio de temperatura no sea tan drástico.

Si las plantas en jardín

Al transferirlas, la cima de las plántulas debe quedar a 1 o 2 centímetros del suelo. Es muy importante que la tierra esté excavada y removida antes de plantarlas. Como veremos en el punto siguiente, las condiciones del sustrato son cruciales para que tus gerberas crezcan fuertes. Asegúrate también de que el lugar del jardín que escojas no reciba luz solar directa pero sí sea soleado.

Una gerbera amarilla en un tarro de vidrio

Condiciones para el cultivo

Sustrato y drenaje

El suelo ideal para tus gerberas debe ser profundo, bien aireado y con un buen drenaje garantizado. Por lo tanto, un sustrato con gran cantidad de materia orgánica y pocas rocas es el más recomendado. Si el suelo no drena bien y el agua queda encharcada constantemente correrás un gran riesgo de asfixia de la planta y de infecciones por hongos.

Temperatura y luz solar

Las gerberas necesitan un clima semi-cálido con temperaturas que no superen los 22ºC pero que tampoco desciendan de los 10ºC. Deberás protegerlas del calor extremo en verano y de las heladas y corrientes frías en invierno.

Por otro lado, la luz del sol influirá en el diámetro de tus gerberas. Estas flores deben recibir mucha luz, pero no rayos directos. Así que, en verano, trasládalas a zonas sombreadas más frescas.

Una mujer joven con vestido blanco riega una gerbera roja en un prado

Riego

El suelo de las gerberas debe mantenerse siempre húmedo, este es un factor clave para su desarrollo. Puedes regarlas hasta 3 o más veces al día siempre y cuando no haya encharcamiento. En verano, refresca las flores vaporizándolas con agua para evitar que se sobrecalienten por el calor.

Abono

Las gerberas no necesitan abono hasta pasado un año de su siembra. Entonces será el momento de aportarle nutrientes y, a partir de este ahí, deberás realizar una renovación de sustrato un par de veces al año.

Una cesta de mimbre llena de gerberas en un campo con un tarro de vidrio al lado

Trucos extra

  • Como ya hemos visto, estas flores prefieren el sustrato suelto, por lo que añadir arena de playa o de río es una buena idea.
  • El riego frecuente (sin encharcar) cuando la planta es joven, es decir, cuando saca sus primeros brotes, potenciará que las flores sean más grandes.
  • Riega con moderación en invierno y en los meses fríos.
  • En verano, retira periódicamente las flores y las hojas secas para evitar que las demás también se marchiten y para impedir la proliferación de parásitos.

 

 

Si tus gerberas aún no han florecido y quieres regalar un ramo de ellas, ¡no te preocupes! En nuestra web tenemos una variada selección de ramos de gerberas para enviar a domicilio. Cuéntanos en los comentarios qué tal va tu plantación de estas llamativas flores.

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