Regalar una flor significa pensar en alguien, es afecto por otra persona, es decir gracias, es pedir disculpas, en poca palabras: es simplemente estar presente.
Si supieramos realmente los esfuerzos que existen para obtener una flor bonita y en condiciones, todas las historias que trae consigo misma, le daríamos más valor todavía a cada ramo que tenemos en nuestras manos.
Es así que hoy he estado investigando sobre la floricultura ecológica y el auge que tiene en España y en Europa. En 1993 se creó en Holanda el Programa Medioambiental para Flores y Plantas, el cual acredita que las flores y plantas de las empresas que lo obtienen se producen en condiciones ambientales y sociales respetuosas. Este programa fija los criterios de actuación en función de 5 temas medioambientales:productos fitosanitarios, fertilizantes, energía, agua y residuos. Cuando un productor obtiene este certificado, significa que su producto es de excelente calidad y cultivado en condiciones ecológicas y sociales justificadas.
¿Qué es una flor ecológica?
Una flor ecológica es aquella en la que en los invernaderos controlan las plagas con depredadores naturales, insectos, hongos… Se encuentra el equilibrio entre las especies para no tener que utilizar fertilizantes ni plaguicidas.
El sistema de riego que se utiliza es por goteo y el sistema de circulación del agua es por drenaje, de esta manera se reutiliza lo que no absorben las raíces. Así también se reduce la cantidad de abono utilizado.
En cuanto al aspecto social, no hay explotación humana ni exclavitud. Se trabaja en condiciones laborales honestas y respetuosas.
Las flores mas cultivadas con el método ecológico son las rosas y las orquídeas. También las flores comestibles como la caléndula y la capuchina.
