Acaba el frío invierno y con la primavera ¡llegan las bodas! Es la época del año donde se celebran la mayor cantidad de matrimonios y es normal que los novios se encuentren en plenos preparativos pensando y eligiendo el vestuario, el menú, las invitaciones, la luna de miel, las flores… y es aquí donde la decoración cobra mayor importancia.
Organizar una boda significa estar en todos los detalles, esto abarca desde el ramo de la novia hasta el más pequeño presente que se regale a los invitados ese día. Lo ideal es que la boda sea temática o por lo menos conserve un mismo estilo desde el comienzo hasta el final.
El 2011 marca tendencia porque en los ramos de novia son válidos todos los colores. Son ramos elegantes pero no demasiados grandes, donde se busca sobre todas las cosas la calidad de los mismos. Las flores de moda son los lirios, rosas y orquídeas.
Pero vamos a adelantamos; espíamos en las pasarelas del 2012 y vemos un cambio de tendencias tanto en colorido como en formas. Son gamas más formales, hechas a medida para cada novia y más exclusivas.
Las flores tienen su propio lenguaje y significado. Llega el azul, un color ligado a las novias afortunadas en el amor. Una novia azul, es una novia pura, inocente, femenina, delicada; y esto se puede transmitir también con las flores. Podemos incluir en los ramos orquídeas, hortensias y lirios azules.
También es importante tener en cuenta la decoración de las mesas del banquete, que podrían estar perfectamente confeccionadas con los colores que lleve la novia. Son válidos los centros florales, pero también los jarros de cristal, las velas y los elementos que sean necesarios para ganar altura.
Organizar una boda es conservar una sintonía entre todos los elementos que la conforman, para esto se necesita tiempo y una buena organización e intenso trabajo. Y si el fin justifica los medios, podremos decir que nuestra boda ha sido única y que la hemos disfrutado nosotros y nuestros invitados.
Lucila Pécora
Organizadora de eventos
