En un país pequeño, rodeado de montañas
Suiza es un país de montes, pinos y un cielo limpio y brillante. Una de las ciudades más importantes del país, junto con la capital Zurich, es Ginebra, que hoy cuenta con más de 190.000 habitantes. Se encuentra a los pies de los Alpes y tiene el privilegio de ser sede de las Naciones Unidas. En términos económicos Ginebra se dedica sobre todo a los servicios y al sector de las finanzas, especializado en banca privada y en financiación del comercio internacional. No hay ciudad en el mundo con más organizaciones internacionales que Ginebra. Esa peculiaridad influye de forma determinante en el carácter y la actitud de sus ciudadanos, que podríamos resumir con las palabras diplomacia, seriedad y educación. Por eso las calles de la ciudad se ven tan bien cuidadas, impecables y armoniosas. No existe el caos en medio de tranvías, zonas peatonales y carretera. Los parques ocupan una gran parte del territorio y también los museos, galerías de arte, bibliotecas, teatros y orquestas. Es destacable el hecho de que Ginebra es la ciudad europea que dedica un mayor porcentaje de su presupuesto (20%) a cultura. También los ornamentos florales y regalarse flores en señal de agradecimiento, felicitación o amor son costumbres muy populares entre los suizos, que llevan a cabo gracias a nuestro servicio de envío de flores online a domicilio.
Una fuente de agua atrae todas las miradas
Los puntos de interés que nadie debe perderse son: el "Jet d'eau" que es la fuente de agua más alta del mundo; la Catedral de San Pedro que data de los siglos XII y XIII y que ofrece una maravillosa vista panorámica de Ginebra; la casa que vio nacer a Jean-Jacques Rousseau, el Palacio de las Naciones Unidas. Y también el museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMCO) y el Museo Internacional de la Cruz Roja. Otros enclaves más populares son el "Mercado de la Calle", el caso antiguo con una antiquísima "Maison Tavek" y tiendecillas de coleccionistas y anticuarios, o el Lago de Ginebra en el que se puede realizar un tranquilo y romántico crucero. Además de la conocidísima tradición relojera de la ciudad, Ginebra también se ha convertido en un importante centro de la industria automovilística: allí se celebra el Salón del Automóvil de Ginebra.
Visitar la ciudad promete una exquisita y relajada experiencia, que puede ampliarse con la visita de las ciudades cercanas de Montreux, Lausanne o Chamonix.